Sobrecarga muscular
Sobrecarga muscular.
¿Qué es una sobrecarga muscular?
Se denomina sobrecarga muscular a un mal funcionamiento de las fibras que permiten que los músculos se contraigan y se estiren. Este mal funcionamiento se produce cuando sometemos a nuestros músculos a hacer ejercicios o movimientos a los que no estamos acostumbrados o muy seguidos, sin darles tiempo a que se relajen o sin que los estiremos. Es una lesión muy común, pero no por ello debemos ignorarla, ya que son el principio de lesiones mucho más graves, como explicaremos un poco más adelante en este mismo artículo.
¿Por qué se produce una sobrecarga muscular?
Una sobrecarga muscular se produce por la utilización continuada de uno o varios grupos musculares a los que no se les da tiempo a relajarse, a estirarse, o a recuperarse.
La sobrecarga muscular es el segundo nivel de problema fibrilar en nuestros músculos, teniendo como primer nivel las tan conocidas “agujetas” y como tercer nivel las “contracturas”, también conocidas y sufridas por muchos de nosotros.
Síntomas.
Si los calambres o tirones aparecen de forma instantánea, la sobrecarga muscular es todo lo contrario; es progresiva. Es el resultado de un grupo de fibras musculares que al acabar el ejercicio no se han relajado o no se han sido debidamente estiradas, por lo que se quedan contraídas. Esta tensión de contracción involuntaria hacen que esas fibras se vayan rompiendo poco a poco y es lo que nos causa ese dolor tan característico y esa sensación de pesadez o rigidez, produciendo también falta de movilidad en las articulaciones de los músculos afectados.
Lesiones que puede producir.
Las sobrecargas pueden causar lesiones mucho más graves que se derivan precisamente de esa restricción de movimiento en las articulaciones y a esa contracción involuntaria de un cierto número de fibras del músculo. Esto último, hace que los músculos no se relajen y estén continuamente traccionando de los tendones, (que son los encargados de anclar el musculo al hueso), lo que provoca una irritación y una inflamación del mismo. Esto se denomina más comúnmente como “tendinitis”.
En deportes de raqueta es muy famosa la lesión de codo de tenista o epicondilitis, así como en los deportes de carrera la tendinitis del tendón de Aquiles.
Fuera del deporte, las sobrecargas más típicas son las de trapecio, (músculo en forma de rombo que nace en nuestra parte posterior del cráneo, tapiza la nuca y viaja hasta los hombros, donde desciende hasta la parte media de nuestra espalda terminando así el rombo), sobretodo en personas que trabajan mucho tiempo sentadas o trabajan con ordenadores.
¿Cómo podemos prevenirla?
Para evitar la sobrecarga muscular es aconsejable tener un plan de entrenamiento personalizado, progresivo y controlado en el que se tengan en cuenta nuestras capacidades físicas.
Realizar un buen calentamiento y un estiramiento antes y después (siendo de mucha más duración y más específico el segundo), de cualquier práctica deportiva es fundamental para evitar que el músculo se lesiones.
También es aconsejable visitar a nuestro Osteópata o fisioterapeuta para que nos ayude a relajar estas sobrecargas antes de que deriven en problemas más graves. Sobre todo en épocas de mucho ejercicio físico y/o mental, o épocas de mucho trabajo.
Tratar la sobrecarga muscular.
La alimentación también es fundamental para que nuestros músculos funcionen correctamente, suministrándoles los hidratos de carbono y potasio que necesiten según nuestra práctica deportiva, e hidratándoles bien con agua.
Existen estrategias que mejoran la capacidad del músculo de reponer el glucógeno (de un 5% a un 10%). El consumo de alimentos dentro de los 15 minutos posteriores al final de la práctica deportiva, y la adecuada cantidad y calidad de carbohidratos y proteínas, favorecerá la recuperación muscular gracias a una mayor liberación de insulina y una actividad enzimática más prometedora.
